TDAH y Giftedness: ¿Cuáles son las superposiciones?

Tiempo de lectura: 7 minutos

TDAH y superdotación: ¿cuáles son las superposiciones?

El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) y la superdotación intelectual son dos condiciones que pueden presentar características superpuestas, lo que a veces hace difícil diferenciarlas, especialmente durante la edad escolar.

Estos dos trastornos pueden compartir signos y síntomas aparentemente similares, lo que dificulta, incluso para educadores con experiencia, distinguirlos claramente.

En algunos casos, ambos trastornos pueden coexistir, sin que uno excluya al otro, pero en muchos otros, la superposición sintomática dificulta el diagnóstico diferencial.

A continuación, exploraremos las áreas de superposición entre ambos trastornos.

¿Cuáles son las áreas de superposición entre el TDAH y la Giftedness?

Como se mencionó, la giftednessentre el TDAH y la superdotación es numerosa y compleja, tanto que estos dos perfiles a menudo pueden confundirse.

Aunque el TDAH es una condición neuroconductual caracterizada por dificultades de atención, impulsividad e hiperactividad, la superdotación representa un potencial cognitivo elevado que se manifiesta con capacidades intelectuales superiores a la media y características socioemocionales particulares.

Sin embargo, ambas afecciones comparten algunas manifestaciones conductuales y cognitivas que pueden llevar a errores durante el proceso diagnóstico.

Esta superposición puede llevar a diagnósticos erróneos, con el riesgo de subestimar o tratar de forma inadecuada las necesidades del joven o adulto en cuestión.

En concreto, deben considerarse las siguientes áreas de superposición:

  • Comportamiento hiperactivo y de alta energía: Tanto los niños TDAH como los superdotados pueden presentar niveles muy altos de energía, lo que puede interpretarse como hiperactividad. Los niñossuperdotados, por ejemplo, pueden ser extremadamente activos, curiosos y estar constantemente inmersos en nuevas exploraciones o actividades mentales y físicas. Este comportamiento puede asemejarse a la inquietud típica del TDAH, donde los niños tienen dificultad para permanecer quietos o concentrarse en una tarea específica. Sin embargo, la diferencia clave radica en que los niños superdotados tienden a participar en actividades con un propósito, a menudo mostrando una profunda concentración cuando encuentran un tema estimulante, mientras que en los niños TDAH, la hiperactividad suele ser menos dirigida y estar más relacionada con una necesidad constante de movimiento.
  • Dificultades de atención y monotonía: Ambos perfiles pueden presentar dificultad para mantener la atención, pero por diferentes motivos. En los niños superdotados, estas dificultades pueden deberse al aburrimiento o a la falta de estimulación adecuada: si una tarea no es lo suficientemente desafiante o interesante, el joven puede parecer distraído, desinteresado o incluso oposicionista. Por el contrario, en los niños con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), las dificultades de atención se relacionan con un déficit en la autorregulación cognitiva y pueden manifestarse independientemente de la naturaleza de la tarea. Por ejemplo, un joven superdotado puede parecer desatento durante una clase porque el contenido es demasiado fácil o repetitivo, mientras que un joven TDAH puede distraerse con frecuencia, incluso de un tema estimulante, debido a la dificultad para mantener la concentración.
  • Impulsividad y comportamiento errático: Tanto los niños TDAH como los superdotados pueden parecer impulsivos, actuando sin pensar o interrumpiendo a otros durante las conversaciones. En los niños superdotados, esta impulsividad suele ser el resultado de un procesamiento mental rápido o un entusiasmo desbordante por compartir sus ideas. Por ejemplo, un joven superdotado puede interrumpir al profesor porque ya ha comprendido el concepto y quiere aportar su propia perspectiva, dando la impresión de no respetar las normas de clase. Sin embargo, en los niños TDAH, la impulsividad está relacionada con una dificultad neurológica para controlar los impulsos, que puede manifestarse en comportamientos más aleatorios o inapropiados, como hablar fuera de contexto o tomar decisiones precipitadas sin considerar las consecuencias.
  • Alta creatividad y pensamiento divergente: El pensamiento divergente, que implica la capacidad de generar ideas originales y poco convencionales, es un rasgo común tanto en los niños superdotados como en los que tienen TDAH. Ambos pueden demostrar una capacidad extraordinaria para conectar ideas, encontrar soluciones alternativas o imaginar escenarios inusuales. Sin embargo, en los niños superdotados, esta creatividad tiende a estar bien organizada y orientada a la resolución de problemas complejos, mientras que en los niños TDAH puede manifestarse como una cascada caótica de ideas, a menudo interrumpida antes de llegar a una conclusión concreta. Esta diferencia puede ser sutil, pero es crucial para distinguir ambos perfiles: el joven superdotado puede involucrarse en proyectos complejos con una lógica clara, mientras que el joven TDAH puede comenzar muchos proyectos sin completarlos.
  • Sensibilidad emocional y reacciones intensas: Ambos perfiles se caracterizan por una fuerte sensibilidad emocional y reacciones intensas a los estímulos externos. En los niños superdotados, esta sensibilidad a menudo se manifiesta como una profunda conciencia de sus propias emociones y las de los demás, así como una profunda implicación en cuestiones morales o sociales. Por ejemplo, un joven superdotado puede sentirse abrumado por la injusticia o mostrar una fuerte empatía por el sufrimiento ajeno. Sin embargo, en los niños TDAH, las reacciones emocionales intensas suelen ser más impulsivas y estar asociadas a dificultades de regulación emocional, como arrebatos de ira o frustración ante situaciones estresantes. La diferencia radica en la motivación subyacente: en los niños superdotados, las reacciones suelen ser resultado de un procesamiento cognitivo profundo, mientras que en el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) se derivan de una capacidad deficiente para modular las emociones.
  • Rendimiento académico irregular: Tanto los niños superdotados como los niños TDAH pueden presentar un rendimiento académico inconsistente, lo que puede resultar confuso para padres y profesores. En los niños superdotados, esta inconsistencia suele estar relacionada con la falta de estimulación adecuada o una preferencia por asignaturas de interés personal, mientras que en los estudiantes TDAH, puede deberse a dificultades para organizarse, seguir instrucciones o completar tareas. Por ejemplo, un joven superdotado puede destacar en matemáticas porque le resultan interesantes, pero mostrarse desinteresado y apático en asignaturas que le resultan menos estimulantes. Por el contrario, un joven TDAH puede tener dificultades para completar tareas en cualquier asignatura, independientemente de su nivel de interés, debido a problemas de planificación y atención.
  • Conflictos con las normas sociales: Ambos perfiles pueden generar dificultades para adaptarse a las normas o expectativas sociales, pero por diferentes motivos. Los niños superdotados pueden desafiar las normas porque las consideran irracionales o limitantes, mostrando una tendencia a cuestionar la autoridad o a buscar la autonomía intelectual. Por ejemplo, un joven superdotado puede insistir en seguir su propio método para resolver un problema, ignorando las instrucciones del profesor. Sin embargo, en los niños TDAH, los conflictos con las normas suelen surgir de la impulsividad o la falta de atención, más que de la oposición deliberada o la reflexión crítica.
  • Comorbilidad con depresión: Ambos perfiles pueden estar asociados a un mayor riesgo de depresión, pero por diferentes motivos. En los niños superdotados, la depresión puede surgir debido a una sensación de aislamiento social, la dificultad para encontrar compañeros con intereses similares o la falta de reconocimiento de sus capacidades por parte de los adultos. Por ejemplo, un joven superdotado que se siente incomprendido por sus compañeros o infravalorado por sus profesores puede desarrollar sentimientos de tristeza, inutilidad o frustración. En los niños TDAH, sin embargo, la depresión puede ser el resultado de una experiencia crónica de fracaso o de críticas recibidas por su comportamiento impulsivo o desorganizado. Por ejemplo, un joven TDAH que tiene dificultades para completar las tareas escolares puede internalizar una sensación de incompetencia, lo que provoca síntomas depresivos. En ambos casos, la depresión puede complicar aún más el panorama, dificultando la distinción entre la superdotación y el TDAH. Frustración relacionada con expectativas incumplidas: Los niños superdotados y aquellos TDAH pueden experimentar una profunda frustración al sentir que no pueden cumplir con las expectativas, ya sean las impuestas por otros o las que ellos mismos se imponen. En los niños superdotados, esta frustración suele estar relacionada con la percepción de estar limitados por un sistema educativo que no valora sus capacidades ni les ofrece los retos adecuados. Por ejemplo, un joven superdotado puede sentirse atrapado en un entorno escolar que no le permite expresar plenamente su creatividad ni su pensamiento crítico. En los niños TDAH, la frustración suele derivar de la dificultad para seguir las normas o cumplir con las peticiones, lo que les hace sentirse “equivocados” o “inadecuados”. Esta frustración prolongada puede derivar en problemas de conducta, aislamiento social y un mayor deterioro del rendimiento académico.
  • Dificultad para encontrar el equilibrio social: Ambos perfiles pueden experimentar dificultades significativas para construir y mantener relaciones sociales, pero por diferentes motivos. Los niños superdotados pueden sentirse aislados porque sus intereses y nivel de comprensión suelen ser muy diferentes a los de sus compañeros. Por ejemplo, un joven superdotado puede preferir hablar de temas complejos o dedicarse a aficiones específicas, y le resulta difícil conectar con compañeros que comparten intereses comunes. Sin embargo, en los niños TDAH, las dificultades sociales pueden estar relacionadas con comportamientos impulsivos, dificultad para tomar turnos en las conversaciones o dificultad para gestionar adecuadamente los conflictos. Ambos perfiles pueden generar sentimientos de exclusión y aislamiento, que afectan negativamente el bienestar emocional y la autoestima.
  • Autopercepción y autoestima frágiles: Tanto en niños superdotados como en niños TDAH, la autopercepción puede verse afectada negativamente por las experiencias escolares y sociales. En los niños superdotados, la autoestima puede verse comprometida por el hecho de que los adultos o compañeros no reconocen ni valoran sus capacidades, lo que les lleva a cuestionar su propio valor. Por ejemplo, un joven superdotado que es continuamente ignorado por ser “demasiado avanzado” en comparación con otros puede desarrollar un sentimiento de inutilidad o aislamiento. Sin embargo, en los niños TDAH, la autoestima frágil suele ser el resultado de la crítica constante o el fracaso, lo que alimenta un sentimiento de inferioridad e incompetencia. Ambos perfiles pueden beneficiarse de un apoyo que valore sus cualidades únicas y les ayude a superar las dificultades.

Por lo tanto, las áreas de superposición entre el TDAH y la superdotación pueden generar confusión diagnóstica, ya que ambos perfiles comparten características como alta energía, pensamiento divergente y comportamientos irregulares.

Sin embargo, las motivaciones y los mecanismos subyacentes a estos comportamientos pueden diferir significativamente.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

TDAH a 360 grados

Compártelo.

¿Piensas que eres TDAH?

Realiza ahora el test de autoevaluación que puede proporcionarte una primera indicación sobre la posibilidad de iniciar un proceso diagnóstico.

Suscríbete a la newsletter

Al suscribirte, aceptas nuestra Política de privacidad .

¿Piensas que eres TDAH?

Realiza ahora el test de autoevaluación que puede proporcionarte una primera indicación sobre la posibilidad de iniciar un proceso diagnóstico. Solo necesitas 3 minutos para obtener el resultado.