Según la literatura científica, aproximadamente la mitad de las personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA) también presenta un trastorno por déficit de atención/hiperactividad (TDAH). Desde un punto de vista científico y clínico, este dato resulta muy interesante y plantea preguntas importantes. ¿Cuál es el verdadero significado de esta comorbilidad? ¿El TDAH está siempre presente en estos casos o el TEA es un rasgo distintivo de esta condición? ¿Y aún más, los dos trastornos tienen causas diferentes o hay alguna superposición? Aunque la investigación sobre la comorbilidad entre TEA y TDAH aún está en curso, en este artículo intentaremos proporcionar una visión general de lo que ya se ha encontrado.
¿Qué es el Trastorno del Espectro Autista (TEA)?
Empecemos hablando del Trastorno del Espectro Autista (TEA). El Trastorno del Espectro Autista es un trastorno del neurodesarrollo que típicamente se manifiesta en los primeros años de vida, aunque también puede diagnosticarse más tarde. En particular, se caracteriza por cierta dificultad en la comunicación y la interacción social, así como por comportamientos e intereses restringidos y repetitivos.
En la práctica, las personas con TEA pueden tener dificultades para comprender y responder a las emociones de los demás, para establecer relaciones sociales, para comprender el lenguaje no verbal y para seguir las reglas sociales. Además, pueden concentrarse en un objeto o actividad particular o realizar acciones repetitivas.
El TEA es un grupo heterogéneo de trastornos, y las personas con TEA pueden presentar una gama de síntomas diferentes. Algunos TEA pueden ser más graves que otros, por lo que se puede entender que estos síntomas pueden tener un impacto significativo en la vida diaria de la persona. Actualmente no existe una cura para el TEA, pero existen tratamientos que pueden ayudar a las personas con esta condición a mejorar sus capacidades de comunicación, interacción social y funcionamiento general.
El acrónimo TEA también puede referirse a los Trastornos Específicos del Aprendizaje. Si estás interesado en profundizar sobre este tema, en particular las diferencias con otras condiciones como las Necesidades Educativas Especiales (NEE), te recomendamos leer este artículo: “Conocer las diferencias entre TDAH, TEA y NEE”.
¿Cuáles son los síntomas del Trastorno del Espectro Autista?
Vamos a hablar de los sintomas del Trastorno del Espectro Autista. Los síntomas del Trastorno del Espectro Autista pueden dividirse en dos categorías principales: déficit en la comunicación y en la interacción social y en los comportamientos, intereses y actividades restringidos y repetitivos. Analicemos entonces ambas categorías.
- Déficit en la comunicación y en la interacción social
- Interacción social. Las personas pueden tener dificultades para interactuar con los demás de manera adecuada, por ejemplo, pueden no estar interesadas en participar en conversaciones, pueden tener dificultades para comprender el lenguaje no verbal o pueden no ser capaces de expresar sus emociones de manera apropiada.
- Comunicación verbal y no verbal. Las personas pueden tener dificultades para comunicarse de manera efectiva, por ejemplo, pueden utilizar un lenguaje inapropiado para el contexto, pueden tener dificultades para comprender las instrucciones o pueden no ser capaces de expresar sus necesidades y deseos.
- Comportamientos, intereses y actividades restringidos y repetitivos
- Comportamientos repetitivos. Se hace referencia a comportamientos como balancearse, aplaudir o girarse sobre sí mismos.
- Intereses restringidos. Las personas pueden estar interesadas en un número limitado de temas o actividades y pueden dedicar mucho tiempo a estas actividades.
- Rigidez mental. Las personas pueden tener dificultades para cambiar sus planes o adaptarse a nuevas situaciones.
Es importante destacar que los síntomas del TEA pueden variar de persona a persona, tanto en términos de gravedad como de tipo. Además, los síntomas pueden cambiar con el tiempo, y es por eso que el diagnóstico del TEA lo realiza un médico o un profesional de la salud mental, basándose en una evaluación cuidadosa de los síntomas.
Un aspecto común: la atención
Examinemos ahora un elemento común al Trastorno del Espectro Autista (TEA) y al Trastorno por Déficit de Atención/hiperactividad (TDAH), es decir, la atención. La atención es un proceso cognitivo complejo que nos permite seleccionar y enfocar nuestra mente en ciertos estímulos. Es una habilidad esencial para nuestra vida cotidiana, ya que nos permite realizar tareas, aprender e interactuar con los demás.
Además, la atención incluye varios elementos diferentes. Existen la atención sostenida (capacidad para mantener la concentración en una tarea o actividad durante un período prolongado de tiempo), la atención focalizada (capacidad para concentrarse en un solo estímulo o actividad), la búsqueda visual (proceso cognitivo que nos permite buscar información en nuestro entorno visual), el desenganche voluntario (capacidad para interrumpir voluntariamente nuestra atención de una tarea o actividad) y el filtrado atencional (capacidad para seleccionar la información relevante e ignorar la irrelevante).
Las personas con autismo pueden presentar un perfil característico y similar entre ellas, que se diferencia del de las personas neurotípicas. En general, las personas con autismo muestran una atención sostenida y focalizada más fuerte que otros sujetos. Esto significa que son capaces de concentrarse en una tarea durante un período de tiempo más largo y de prestar atención a los detalles. Posteriormente, la búsqueda visual también es más fuerte, mientras que hay cierta dificultad para interrumpir voluntariamente la actividad que están realizando (desenganche voluntario). El filtrado atencional, por su parte, no está comprometido en las personas con TEA.
De todo esto, se infiere que el perfil atencional de las personas con autismo puede tener un impacto significativo en su vida diaria. Puede hacer que sea difícil realizar tareas escolares o laborales, aprender cosas nuevas e interactuar con los demás. Como ejemplo práctico, un adulto con autismo puede ser capaz de realizar un trabajo técnico con gran atención y precisión, pero, por otro lado, puede tener dificultades para seguir una conversación o participar en una reunión de trabajo.
Las personas TDAH, en cambio, tienden a tener más dificultades tanto con la atención sostenida como con el desenganche voluntario. Por ejemplo, pueden tener dificultades para mantenerse concentrados en una tarea durante un largo período de tiempo, se distraen fácilmente con estímulos irrelevantes y tienen dificultades para completar actividades.
Existen una serie de intervenciones que pueden ser útiles para mejorar la atención en personas con autismo y TDAH. Estas intervenciones suelen ser organizadas por clínicas especializadas, como GAM Medical. En este caso, las intervenciones se clasifican en tratamiento y terapia farmacológica.
El tratamiento del TDAH es un proceso que ayuda al adulto TDAH a mejorar su calidad de vida. Incluye la psicoeducación, es decir, un proceso de trabajo que ayuda al adulto TDAH a comprender mejor su trastorno y adquirir herramientas para adaptarse a los comportamientos que lo caracterizan. La psicoeducación puede ser individual o grupal.
Por otro lado, la terapia farmacológica es particularmente eficaz, ya que los medicamentos utilizados para el TDAH pueden ayudar a aumentar la atención y reducir la hiperactividad, que son ambos síntomas característicos del TDAH.
El aspecto psicológico de la comorbilidad TEA-TDAH
Como último punto, se examina el aspecto psicológico de la comorbilidad entre el TEA y el TDAH. Como se mencionó en la introducción, este aspecto sigue siendo complejo y no ha sido completamente comprendido. Sin embargo, existen algunas evidencias que sugieren que ambos trastornos comparten ciertos factores comunes, como alteraciones en las funciones ejecutivas y en los procesos de regulación emocional.
En particular, las funciones ejecutivas son un conjunto de habilidades cognitivas que nos permiten planificar, organizar, resolver problemas y tomar decisiones. Son importantes para nuestra capacidad de aprender y realizar tareas complejas. Por otro lado, los procesos de regulación emocional están involucrados en nuestra forma de gestionar las emociones. Son fundamentales para nuestra capacidad de relacionarnos con los demás y afrontar el estrés.
En esencia, las personas con TEA pueden presentar dificultades en las funciones ejecutivas, como la dificultad para concentrarse, seguir instrucciones y planificar actividades. También pueden tener problemas para gestionar las emociones, como la ira y la ansiedad.
En cambio, las personas TDAH pueden presentar diversos síntomas del TDAH, como la dificultad para concentrarse, seguir instrucciones y controlar los impulsos. También pueden tener dificultades para gestionar las emociones, especialmente la hiperactividad y la impulsividad.
En algunos casos, las dificultades en las funciones ejecutivas y en los procesos de regulación emocional pueden ser más graves cuando se presenta la comorbilidad TEA-TDAH. Esto puede dificultar el aprendizaje, la interacción con los demás y el manejo de las actividades cotidianas.
Además, algunos estudios han sugerido que las personas con comorbilidad TEA-TDAH también pueden presentar alteraciones en otras áreas del cerebro, como la corteza prefrontal, el cerebelo y la amígdala. Estas alteraciones podrían ser la base de los síntomas comunes de ambos trastornos. Es importante subrayar que la comorbilidad TEA-TDAH no es una simple suma de ambos trastornos. Ambos trastornos pueden interactuar entre sí de manera compleja, y es por esta razón que aún no se conocen las causas reales.
¿Cómo diagnosticar y tratar el TEA y el TDAH?
En conclusión, hasta el momento los estudios no permiten identificar con certeza la comorbilidad entre el Trastorno del Espectro Autista (TEA) y el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). Sin embargo, existen aspectos comunes que vinculan estas dos condiciones, en particular la atención.
En cualquier caso, si se cree tener el TDAH y/o el TEA, el consejo general es acudir a centros especializados para obtener un apoyo eficiente y eficaz. Uno de estos centros es GAM Medical, que ofrece, en primer lugar, el diagnóstico del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, que permite identificar los síntomas y establecer las bases para el tratamiento del TDAH, el cual se realiza mediante tratamientos que se dividen en psicoeducación o terapia farmacológica. Este apoyo es muy sólido gracias a la presencia de profesionales y médicos especializados, quienes proporcionarán consejos útiles para tratar el TDAH.
¿Qué estás esperando? ¡Ven a GAM Medical: Centro para el Autismo y Centro especializado en TDAH!



